Problema a abordar

Algunas de las grandes problemáticas con respecto a los eventos naturales (actividad sísmica, volcanismo, fenómenos metereológicos, entre otros) son identificar los alcances de los mismos, determinar los posibles peligros asociados a dichos eventos y mitigar sus posibles efectos. En particular, los fenómenos asociados al volcanismo son muy variados en cuanto a tipo y características, y la ocurrencia de los mismos depende de diversas variables, lo que implica que cada sistema volcánico en particular es distinto a otro, y por lo tanto, las características y consecuencias de una erupción, serán también diferentes.

La Región de Antofagasta cuenta en su territorio con más de un centenar de volcanes, de los cuales al menos 20 son activos o potencialmente activos (correspondiente a volcanes que han tenido erupciones al menos en los últimos 10.000 años). A pesar que diversos estudios y trabajos de investigación han sido llevados a cabo en los volcanes de la Región de Antofagasta, muy pocos se han enfocado en su entender comportamiento a través del tiempo, de manera que no se puede contar actualmente con una línea de base de conocimiento adecuada para la mayoría de los volcanes de la Región. Actualmente en el norte de Chile, y en particular en la Región de Antofagasta, tan sólo 5 volcanes (Olca, Ollagüe, San Pedro, Lascar y Lastarria) son monitoreados de forma continua por parte de SERNAGEOMIN, aunque con una red de monitoreo considerada aún básica para poder registrar de forma certera posibles precursores de actividad eruptiva futura. Sumado a lo anterior, los mismos 5 volcanes monitoreados cuentan con mapas de peligro volcánicos preliminares, los que permiten de forma muy general establecer las principales zonas de peligro ante eventuales erupciones. Sin embargo, dichos mapas carecen de la información detallada de cada uno de los posibles eventos que pueden ocurrir durante una erupción volcánica, incluyendo variaciones en las intensidades y magnitudes de la erupciones y alcances de estos eventos en virtud de dichas variaciones.

Sumado a lo anterior, no existe para la Región de Antofagasta una evaluación general del riesgo volcánico ni mapas sintéticos de riesgo que integren la información proveniente desde los peligros volcánicos y como estos eventualmente podrían afectar a la infraestructura local (por ejemplo caminos, carreteras, edificios públicos, hospitales), servicios (luz, agua), población en general, entre otros. La ausencia de esta evaluación, y en particular de mapas de riesgo, ha impedido contar con planes de evacuación ante posibles erupciones, planes de mitigación del riesgo ni planes de resiliencia para la población en riesgo. Lo anterior implica que tanto autoridades regionales, provinciales, municipales, a instituciones del estado a cargo de las acciones ante una erupción volcánica, no cuenten ni con la información suficiente ni con la coordinación adecuada para establecer planes de evacuación, prevención y resiliencia. Una problemática adicional y de alta relevancia es que no existe un trabajo directo con las comunidades más cercanas a centros volcánicos, los cuales corresponden a poblados altiplánicos con población de origen indígena, los cuales tienen una visión de la naturaleza y de los procesos naturales muy distinta al resto de la comunidad regional, lo que añade en consecuencia una mayor complejidad a la construcción e implementación de cualquier plan de evacuación, mitigación, entre otros, ante cualquier evento natural.

En consecuencia, mediante este proyecto se plantea realizar planes de mitigación del riesgo asociado a procesos volcánicos en la Región de Antofagasta, el cual estará estructurada en 7 partes, las que incluyen: i) Mejoramiento de las actuales redes de monitoreo; ii) Incrementar el conocimiento de sistemas volcánicos con información pre-existente; iii) levantamiento de información de sistemas volcánicos sin información previa; iv) generación de mapas de peligros volcánicos para sistemas seleccionados; v) evaluación del riesgo y generación de mapas sintéticos de riesgo volcánico para dichos sistemas; vi) en conjunto a las autoridades respectivas y comunidades altiplánicas seleccionadas, generación de una valoración científica de los factores de estrés, percepciones, impactos y demandas de la población que puedan orientar la toma de decisiones de las instituciones responsables locales y constituir una base para el desarrollo de planes de evacuación, prevención y mitigación ante eventuales eventos eruptivos; vii) trabajo en conjunto con comunidades altiplánicas para la realización de planes de resiliencia ante eventuales erupciones.